El informe describe las acciones de poder incisivo, o “sharp power,” del Partido Comunista de China para moldear el contenido mediático en el plano internacional. También documenta los mecanismos utilizados por actores no estatales que han contribuido a una acumulación cada vez mayor de actividades dirigidas a contrarrestar la influencia de Beijín en los medios y a proteger la institucionalidad democrática.
Al recurrir a la propaganda, a la desinformación, a la censura y a la injerencia en nodos clave del flujo informativo, los crecientes esfuerzos de Beijín para manipular narrativas globales van más allá de simplemente una “presentación de la perspectiva china.” Su aspecto más incisivo menoscabar las normas democráticas, erosionar la soberanía nacional, debilitar la sostenibilidad de los medios independientes y vulnerar la legislación local. Un elemento esencial de dicha respuesta es que es preciso que los especialistas en asuntos chinos y toda la gama de protagonistas no gubernamentales que son parte de los sectores mediático, noticioso y tecnológico reconozcan y comprendan los retos a la libertad de prensa en el mundo que imponen el régimen unipartidista chino y los demás actores relacionados con él.
Es imperativo que todos los partícipes del espacio mediático sean éstos periodistas, reguladores, empresas de tecnología, grupos de defensa de la libertad de prensa o simples consumidores de noticias, reconozcan la influencia del régimen autoritario chino en la información que circula en sus publicaciones impresas, contenidos de medios sociales y transmisiones radiales y televisivas.
Ideas principales para respuestas no gubernamentales
- Investigación y estudios. Es preciso que las instituciones académicas, laboratorios de ideas, entidades de investigación y sus donantes continúen sus labores y se aseguren de contar con recursos disponibles para el monitoreo y exposición de la influencia del PCC de un modo verosímil, profesional, sostenido y con capacidad de ampliación en los años venideros.
- Acciones de los medios de comunicación. Los medios locales deben intensificar sus conocimientos de los posibles inconvenientes políticos y periodísticos de la aceptación de inversiones, suplementos pagados o acuerdos de coproducción provenientes del Estado chino o de sus mandatarios.
- Tareas de la sociedad civil en la promoción de causas. Con el apoyo de donantes del sector privado y gubernamental es preciso que los grupos locales e internacionales de defensa de la libertad de prensa consideren la incorporación de aspectos de la influencia mediática del PCC en sus proyectos actuales o futuros, así como mecanismos para lograr dicha incorporación. Esos proyectos podrían apoyar el desarrollo de la capacidad interna, capacitación y formación periodística, actividades de educación a los consumidores de noticias, y el intercambio y coordinación de la información.
- Colaboración del sector tecnológico. Es preciso que empresas tecnológicas continúen buscando oportunidades de colaboración con investigadores y con la sociedad civil destinadas a identificar amenazas emergentes y cuentas problemáticas relacionadas con el estado unipartidista chino. Deben asegurarse de que las voces independientes, los activistas y los productores de contenidos que critican al gobierno de la RPC cuenten con una vía clara de reclamación si encuentran problemas en las plataformas de las empresas.
El informe también incluye acciones específicas por los medios de comunicación y la sociedad civil para contrarrestar la impronta mediática creciente del PCC. Estas respuestas ilustran cómo desarrollar la resiliencia al poder incisivo para los medios, la sociedad civil, los laboratorios de ideas y el sector tecnológico.